Dar el alma por algo, es dar la vida... Porque el alma es la vida, y no hay vida sin alma. Todos disponemos de un alma, un alma que nos anima, un alma que nos da vida, pero lo curioso es la gran diferencia que tenemos con los animales, con las plantas... ellos tienen alma pero un alma vegetal o animal, tienen vida, pero no es la misma vida que la que tenemos los seres humanos. Y donde puede estar esta gran diferencia?, simple... nuestra alma tiene Espíritu... Sí, Espíritu que nace del soplo de Dios... en el momento de la concepción Dios sopla y nos da un espíritu que viene directamente de Él y por ese espíritu somos ya parte de Dios...
Jesús nos dijo que somos mas importante que las aves del cielo, que cualquier animal o vegetal, porque somos hijos de Dios y que por el bautismo nos hacemos herederos de ese tan graciado bien que es el amor del Padre.
Uno busca siempre pertenecer a algo mas que esta vida corta terrenal que conocemos... el hombre inventa y adecua historias para buscar trascender... explicar cosas que no se entienden de mil maneras distintas... pero siempre complicando todo, hasta hacerlo inaccesible, imposible de comprender...
La vida es simple, la vida es el alma de uno, y solo buscando en nuestro interior es que vamos a poder encontrar la respuesta... El espíritu de Dios está dentro nuestro, donde encontraremos nuestro espíritu .. Mirar al corazón quizás es el principio del lugar de encuentro con ese trascender de la vida que la mayoría busca...
Y si hay alguien que no busca quizás ya encontró y eso seria la felicidad... pero si ya no busca y no encontró, pobre de ese hombre o mujer, se pierde de mucho... se pierde de encontrar a Dios...
Nuestro espíritu necesita ser alimentado, necesita crecer, como todo... necesita desarrollarse.. Y el alimento verdadero del espíritu solo viene de Dios... en palabras, eucaristía, en oración...
Cuando no alimentamos nuestro espíritu, su dimensión se reduce y en algunos caso se vuelve nula...
Y si alimentamos mal nuestro espíritu con cosas vanas, mundanas y fugaces, será como un globo...solo se inflará para luego volver a desinflarse...
Te propongo que pruebes, mira tu interior... ponte en contacto con tu espíritu .. pídele a Dios que se deje ver en tu propio corazón... y un nuevo tiempo estará comenzando... se llama conversión!
Cristian